Este fenómeno ha sido tomado por la mayor parte de las empresas como una oportunidad, para reorientar sus objetivos, en un ecosistema tecnológico cambiante, como para ser más resilientes ante los futuros contextos de crisis.
Sin embargo, todavía existen algunas organizaciones donde la resistencia al cambio y los costes asociados a la digitalización, se erigen como las principales barreras a la hora de embarcarse en el proceso de transformación digital.
La crisis del coronavirus ha puesto de relieve la importancia del proceso de digitalización en las empresas. Una prueba de ello, la encontramos en un reciente informe publicado por el BBVA Research, que toma como referencia el DiGiX, un índice multidimensional que mide el grado de digitalización en términos globales. Según subraya este informe, solo aquellos países que han contado con un elevado nivel de digitalización han logrado mantener su actividad productiva durante la pandemia, salvaguardando la salud de sus empleados, gracias al teletrabajo.
Si por algo se caracteriza el actual ecosistema empresarial es por sus elevados niveles de volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad, unas cualidades que se aúnan para dar lugar al concepto VICA (o VUCA, en inglés).
Ante un escenario de tales características, los procesos, herramientas y metodologías implicadas en cualquier proceso de transformación digital, como son la digitalización, la automatización de procesos y la IA (Inteligencia artificial), permitirán a las empresas sobreponerse a este contexto incierto y obtener una serie de beneficios, tales como:
Las organizaciones que han realizado de forma adecuada el proceso de transformación digital lograrán un incremento de la rentabilidad y de la capacidad productiva de sus trabajadores. Todo ello, gracias a la dotación de nuevos equipos, herramientas y aplicaciones que ayudan a la automatización de procesos.
La aparición de nuevas tecnologías de la comunicación e información ha propiciado el surgimiento de nuevos canales de comunicación entre las empresas y sus clientes, como las páginas web, las redes sociales, el correo electrónico… Todos ellos, deben estar integrados en una estrategia de comunicación de alta calidad, fluidas y sin esfuerzo de cara a los usuarios (omnicanal) que permita a las empresas ofrecer una mejor experiencia del cliente (CX(Customer experience)) y ahorrar costes.
La transformación digital de la empresa implica la digitalización de todos los procesos vinculados con la gestión documental. Entre los beneficios de la supresión del uso de papel se encuentran el ahorro de costes vinculado a su adquisición y almacenamiento, mejoras en el acceso y seguridad de los documentos y la reducción del tiempo de respuesta en los procesos de comunicación.
Este término hace referencia a la capacidad de trabajar en común para tomar mejores decisiones. La colaboración inteligente aprovecha las diferentes plataformas de comunicación entre los empleados, a fin de optimizar los procesos de resolución de problemas y agilizar los flujos de trabajo.
Gracias a la transformación digital se agiliza los procesos de toma de decisiones e impulsa el conocimiento dentro de las organizaciones, introduciendo mejoras significativas en los de procesos de monitorización, recopilación y análisis de datos. Todo ello, en favor, de lograr empresas mucho más resilientes, es decir, capaces de percibir, anticipar y responder a los cambios, al mismo ritmo que lo hace el mercado.