La Big Data en la industria 4.0

Ante el avance imparable del modelo industrial 4.0, a continuación, analizaremos La Big data como una de las tecnologías de la industria 4.0 parar tratar de entender cómo afectará su implementación futura en las organizaciones, independientemente de su tamaño y sector económico.

La Big Data: Si bien es cierto que no existe unanimidad a la hora de establecer una definición exacta sobre Big Data, de lo que no cabe duda es del potencial que los datos masivos, tanto estructurados como semiestructurados y no estructurados, pueden llegar a tener a nivel empresarial si su captura, almacenamiento y análisis se lleva a cabo de forma precisa. En base a esta idea, podríamos diferenciar entre quienes utilizan el concepto de Big Data para referirse a ingentes cantidades de datos que no pueden ser procesadas por medio de métodos tradicionales; frente a los que van más allá y lo definen como una nueva generación de tecnologías, arquitecturas y estrategias diseñadas para capturar, almacenar y analizar volúmenes crecientes de datos, de origen heterogéneo y a una velocidad elevada. Esta disparidad de opiniones sobre el concepto de Big Data la vemos reflejada en, por ejemplo, la definición publicada por la firma analista Gartner quien asegura que se trata de “activos de información de gran volumen, alta velocidad y/o alta variedad que exigen formas rentables e innovadoras de procesamiento de la información destinadas a mejorar la visión, la toma de decisiones y la automatización de los procesos”. Asimismo, McKinsey se refiere a este término como “conjuntos de datos cuyo tamaño sobrepasa la capacidad de las herramientas típicas de software de bases de datos para su captura, almacenamiento, gestión y análisis.

Un término del que la consultora se hace eco en su informe Big Data: The next frontier for innovation, competition and productivity de McKinsey Global Institute, indicando que “a medida que la tecnología avanza, el tamaño de los conjuntos de datos que se consideran Big Data también aumentará”. Por otra parte, Forrester define el término como “las prácticas y la tecnología que cierran la brecha entre los datos disponibles y la capacidad de convertir esos datos en conocimiento empresarial”.

Como vemos, no existe un consenso sobre la definición exacta de Big Data. Sin embargo, de lo que no cabe duda es del gran potencial que posee esta tecnología de la industria 4.0, especialmente a la hora de monetizar los datos y conocer mejor a los clientes. Según recoge un reciente estudio elaborado por HFS Research, titulado Bad Data is Killing Your Business Transformation Efforts, solo el 5% de los directores ejecutivos muestra un alto grado de confianza en los datos que utiliza su empresa para tomar decisiones. Según este informe, “el mayor impedimento para convertirse en una organización basada en datos no es la tecnología, sino la gobernanza y los cambios culturales necesarios dentro de los comportamientos organizacionales”.

Además, el documento subraya que “la integración de los datos (42%), la automatización de procesos (42 %) y la visualización de datos (41 %), son actualmente las tres principales áreas de inversión relacionadas con la gestión de datos”. De cara a 2023, se espera que “las empresas inviertan más en seguridad y protección de datos (50%), soporte para inteligencia artificial y aprendizaje automático automatizado (41%) y análisis avanzado y modelado predictivo (40%)”. Todas estas inversiones evidencian una clara necesidad de adoptar estrategias sólidas de gestión de datos, junto a una infraestructura de datos subyacente, que permitan obtener una actividad de valor agregado, la cual, redunde en una mejora de los resultados comerciales.

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